• Lo primero es analizar qué queremos anunciar y a qué público nos queremos dirigir.
• Nuestro diseño tiene que identificar claramente nuestra empresa y por eso es importante seguir nuestra imagen corporativa.
• La navegación nos permite movernos por la web. Está formada por todos los elementos que nos permiten cambiar de una página a otra. Es importante que esté ordenada y que sea fácil de entender.
• La usabilidad sirve para facilitar la relación entre el usuario y nuestra web. Hay que saber si el público que nos visitará utiliza Internet habitualmente o es inexperto. En función de estas variables es posible que tengamos que sacrificar diseño para dar más simplicidad.
• Nuestra página tiene que estar bien optimizada y no llenarla de muchas imágenes. Nuestros visitantes se cansarán rápidamente y cerrarán nuestra página si ésta tarda mucho en descargarse. El límite de tiempo para que una persona mantenga su atención en una página mientras ésta se descarga es de 10 segundos aproximadamente.
• El texto debe ser corto y directo, ya que de lo contrario la lectura resultaría pesada.

La dificultad radica en combinar todos estos elementos de forma estética y funcional, anunciando los productos y/o servicios que se ofrecen de manera clara y facilitando la comunicación entre empresa y usuario.